La educación se trae puesta de casa.

CF21.

La educación se reivindica cuando uno trae el respeto puesto de casa. Cuando no buscamos el camino fácil para protestar a favor de aquello a lo que tenemos derecho. Cuando dejamos de atacar a los de siempre y comenzamos a ponerle la cara colorada a quienes verdaderamente lo merecen.  Santa Ángela, o Sor Ángela para muchos, era la hermanita de los pobres, la primera, que desde el respeto que a muchos les falta hubiese luchado (pacíficamente) por la educación que los jóvenes estudiantes hoy reivindican tapándole la boca. No, este no es el camino. Lo que en su inicio pude ser admirable ha perdido su razón de ser por las formas. La educación que buscáis comienza en casa y, a la vista de lo hoy ocurrido, a muchos os falta. Gracias por contribuir a que aquellos que más lo deseaban hoy generalicen denominándonos "analfabetos, flojos" Os habéis retratado. ¿Esta es la libertad de expresión que buscabais? si alguien comenzó a creer en vosotros hoy lo habéis echado todo a perder. Velázquez, Curro Romero,  Mozart o el propio flamenco. Arte. Sevilla. Me indigna que me suban las tasas universitarias, claro que sí. La educación nos la venden pública, pero más me indigna aún que ataquen MI ciudad, MI patrimonio, cuando, los que lo hacen, ni siquiera son sevillanos… Vergüenza ajena, injusticia, impotencia, asco, eso he sentido hoy por todos aquellos que esta noche nos la han jugado. En Sevilla, con el patrimonio NO se juega, aún a quiénes levantamos la voz contra aquellos que pretenden acabar con todo. Hoy ha quedado demostrado, esta sigue siendo la Sevilla que lucha por lo suyo, la ombliguista, quizás, la que no se deja pisotear, Invicta le dicen.
Señores manifestantes, gamberros o niñatos:  háganos un favor a todos, márchense a sus respectivos lugares de procedencia si lo que van a hacer es de todo menos estudiar y, así, quizás, el resto conseguiremos la educación DE CALIDAD por la que ustedes luchan pisoteando la libertad del resto de ciudadanos. 

Yo te esperaré...

Google Images

Que estoy loca y sin ti me disloco. Que tengo el alma llena de colores que pintan los momentos que pasamos juntos. . Que si descubro que me miras cuando no te miro, me muero. Que me encanta que sonrías cuando hablo, cuando te miro, incluso cuando me enfado contigo. Que jamás me cansaré de contemplar tus ojos, ni siquiera tu boca. Que ya puede empeñarse el mundo en separarme de ti, que a cabezona no me gana nadie.  Que quiero ser lluvia para mojarte cualquier mañana de Abril. Tener la libertad suficiente para plantarme frente a ti y darte el abrazo que, algunos días, añoro. Poder contaminarme de ti. Tú, mi delirio. Escucharte embobada cuando cuentas tus batallas y que el mundo sonría al ver cómo te miro Que quiero dormir, soñar y amanecer a tu lado todos los días de mi vida, sin excepción. Que soy amante de lo que me das, y de lo que me quitas. De tu voz y de tu silencio. De ti. Ser la protagonista de tus escritos. Pasear por tu mente mientras escuchas tu canción favorita. Hablar hasta las tres de la mañana y madrugar despertando con tus palabras.  Caminar de tu mano por la orilla del Guadalquivir, por el barrio de Santa Cruz o por la muralla del Alcázar. Sentarnos en la plaza del Triunfo o corretear por el Callejón de la Inquisición para contemplar la mejor vista de la ciudad, que será testigo de nuestra historia.  Adoro las casualidades (si existen) que siempre nos llevan por el mismo camino. Adoro tus ojos, tus manos, tus besos, tu mirada,  incluso tus andares. Te adoro a ti, lo tuyo y tu perfume. Dicen que siempre habrá alguien dispuesto a esperarte y, contigo, ese alguien ya tiene nombre… YO te esperaré, para buscarme en tus ojos y terminar encontrándome en tu boca. 

Esperanza

Hoy ha sido uno de Esos días en los que te he echado de menos, pero tú misma te encargaste de recordarme que sigues cerca, que estás aquí, que en un solo Suspiro puedo sentir tu piel morena, la profundidad de tus ojos, la suavidad de tus manos castigadas por el paso del tiempo. Parece que te escapas, que ya no te alcanzo con la mano. Solo lo parece, tan solo falta subir un pequeño escalón para llegar de nuevo a rozarte. El tiempo pasa rápido, quizás lento. Recuerda el que pasamos juntas, una frente a la otra, sobran las palabras a pesar de todo lo que hablamos, lo que nos dijimos mientras en nuestro pensamiento navegaba la misma palabra, el mismo sentimiento. La emoción fue protagonista de nuestro encuentro. Me enamoré de ti. Te abrazaré en el silencio, en la incertidumbre, en el Anhelo. Nadie me enseñó a quererte, bastó un puente que cruZar y una calle que enfilar, la pureza de tus labios, el destello de tus ojos, la historia que nos rodea, la que nos separa y  nos une a cada instante. Dicen que la Esperanza es lo último que se pierde. En Triana no vale ni tan siquiera plantearlo. Tan solo cuenta la izquierda del Altozano, la mitad de la calle más pura de Sevilla, la blancura de una pared que alguien dice que pertenece a los marineros. Yo, por no perderte no lo he hecho ni en mi escrito. Siempre presente. En las próximas semanas te necesito cerca, que no haya momento ni oportunidad para echarte de menos. No hace falta recordarlo. Hace tiempo descubrí, que nunca te olvidas de mi, que aunque acabe en el último rincón del mundo, encontraré el Ancla que alguien se encargó de tatuar hace años en mi alma... Un ancla, símbolo universal de la ESPERANZA.

Pd: Te quiero!

Ir o no ir, el gran dilema. A veces, una se plantea si, verdaderamente merece la pena todo lo que hace. Si al final del túnel, alguien te espera sentado. Si la gran cantidad de caminos que se abren frente a ti tienen alguna salida. Si quedarás tú o jamás has estado. Y entonces, en un arrebato de optimismo piensas: Lo que ha de ser ya está predestinado. Si te caes, te levantas, miras al frente y caminas, que nunca nadie murió por ello. Que de todo se sale, pero hay que comprobar lo que será y no lo que pudo ser y jamás ocurrió. SIEMPRE vale la pena intentarlo, y si al final del camino no hay salida, coges una pala y empiezas a hacerla, que alguien la acabará contigo. Esta noche se me antojó pensativa y, como siempre, el pensamiento fuiste tú... Buenas noches, mi vida. 

Pd: Te quiero! 

Foto: cuenta-atras.blogspot.com 

Triana, seis letras.

Barrio de Triana, Carmen Rodríguez Endrina

Triana. Orilla derecha del Guadalquivir, donde se refleja tu sonrisa. Barrio de marineros, obreros y alfareros. Triana, famosa por sus 'cantaores', 'bailaores' y toreros. Arte. Niña bonita de Sevilla. Triana, unida por un puente, seña de identidad para todos sus vecinos, que enlaza al barrio con la ciudad de los sueños, con el casco histórico de la ciudad de María. Cultura. Triana, barrio de abuelos y de niños. Madre del cante y del baile flamenco. Descubridora de nuevo mundo. Triana, alumbrada por una capilla que, hace años, se unió al mismo puente. Música, poema. Triana, Pureza en cada calle, en cada esquina, en cada vista, a cual más bonita. Triana, buscarte en cada rincón y no llegar a encontrarte… o quizás sí. Altozano, Betis o Castilla. Triana, bullicio el miércoles rociero o una noche junto a un río que intenta refrescar una noche de varano. Triana, testigo junto a la Luna del paseo más hermoso de tu mano. Triana, barrio donde habita la Esperanza. Eterna alegría. Particular, confesora, soñadora, fiel compañera,… Paraíso. 

Triana, seis letras. Tan solo seis letras fueron suficientes para enamorarme de ti… 

Hoy en ArteSacro, por Carmen Rodríguez Endrina

El Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla celebró el pasado sábado 12 de Mayo la IV edición de su ya tradicional gymkhana cofrade, donde resultó ganador el grupo joven de la hermandad de la Pastora de Santa Marina.
La actividad se celebró con total normalidad a lo largo de la mañana del sábado donde se concentraron más de 10 grupos jóvenes que pasaron una muy buena mañana en un ambiente totalmente deportivo donde, además, de la formación y la cultura, tuvo lugar la solidaridad, haciendo un guiño a primera hora de la mañana al “proyecto Fraternitas”, un proyecto que tiene a los jóvenes cofrades muy concienciados.
La gymkhana cofrade cuenta ya gracias a la inmejorable labor de sus organizadores, con cuatro ediciones donde han ganado grupos jóvenes de hermandades como Los Gitanos o Las Aguas.
Los jóvenes recorrieron el centro de la ciudad guiados por pistas que los llevaron desde San Julián a Recaredo o a la propia calle Francos, realizando actividades como entrevistas cofrades o representaciones mímicas de los misterios de nuestra Semana grande. En esta IV edición finalizó de la siguiente forma la clasificación.

1º Pastora de Santa Marina
2º Los Gitanos
3º Los Negritos
4º El Carmen Doloroso
5º Montesión
6º La Hiniesta
7º Jesús Despojado
8º Virgen de la Cabeza
9º La Cena
10º Divino Perdón
11º Redención
12º Las Penas
13º San Bernardo
14º El Cerro
Entre los miembros de la organización y el jurado se encontraban las consejeras de sacramentales Milagros Ciudad, promotora de toda la actividad y Maruja Vilches así como el consejero de penitencias José Manuel Rodríguez.
El grupo ganador optaba a dos premios: uno para su hermandad y otro destinado a la acción social que la corporación estime oportuno. Los premios serán entregados cuando la propia hermandad de la Pastora de Santa Marina estime oportuno en presencia de todos los jóvenes participantes.
La gymkhana cofrade ha demostrado en pocos años que se trata de una inmensa actividad que, sobre todo, une a los jóvenes de nuestra ciudad gracias a la labor de todos sus organizadores, algo que, en realidad, vale más que cualquier puesto en la clasificación final.

Dímelo...

Que me lo digas llamándome a las tres de la mañana desde un número desconocido; escríbelo con spray en la acera bajo mi ventana, que al asomarme cada mañana lo lea; mándamelo en un e-mail o sms dándole a enviar sin pensártelo dos veces; corriendo tras de mí cuando digas algo inoportuno y me enfade por fuera pero por dentro me siga muriendo por ti; grítamelo delante de todo el mundo, en cualquier tarde compras o noche de cena, ¡Qué se mueran de celos!; llévame a esa calle que sólo tú y yo sabemos, aquella que nos hace sentir como en el paraíso y entonces, allí, susúrramelo bajito al oído. Ven a buscarme a la estación, para ese tren y hazme bajar contigo; Súbete a los muros más alto de la ciudad durante la noche y cuelga también en los puentes, qué es lo que sientes por mí, sí, como en aquella historia del libro que me encanta; plásmalo en la arena de la playa; tirándonos en paracaídas o escríbemelo en el cielo con el resto de combustible de cualquier avioneta; Búscame por la ciudad de los sueños y cuando me encuentres, no digas nada, sólo alza las cartulinas en la que lo traes todo escrito; Hazme una carta, que como tú pocos pueden escribir lo que sienten con tanta dulzura; Llama a la radio y dilo con cualquier canción que nos represente; dímelo, frente a frente, con los labios o los ojos… 

Que me lo digas a la cara o al oído; gritando o susurrándolo… Sé tú quien elija cómo hacerlo pero, por favor, dímelo ya, que me muero.