domingo, 20 de mayo de 2012

Esperanza

Hoy ha sido uno de Esos días en los que te he echado de menos, pero tú misma te encargaste de recordarme que sigues cerca, que estás aquí, que en un solo Suspiro puedo sentir tu piel morena, la profundidad de tus ojos, la suavidad de tus manos castigadas por el paso del tiempo. Parece que te escapas, que ya no te alcanzo con la mano. Solo lo parece, tan solo falta subir un pequeño escalón para llegar de nuevo a rozarte. El tiempo pasa rápido, quizás lento. Recuerda el que pasamos juntas, una frente a la otra, sobran las palabras a pesar de todo lo que hablamos, lo que nos dijimos mientras en nuestro pensamiento navegaba la misma palabra, el mismo sentimiento. La emoción fue protagonista de nuestro encuentro. Me enamoré de ti. Te abrazaré en el silencio, en la incertidumbre, en el Anhelo. Nadie me enseñó a quererte, bastó un puente que cruZar y una calle que enfilar, la pureza de tus labios, el destello de tus ojos, la historia que nos rodea, la que nos separa y  nos une a cada instante. Dicen que la Esperanza es lo último que se pierde. En Triana no vale ni tan siquiera plantearlo. Tan solo cuenta la izquierda del Altozano, la mitad de la calle más pura de Sevilla, la blancura de una pared que alguien dice que pertenece a los marineros. Yo, por no perderte no lo he hecho ni en mi escrito. Siempre presente. En las próximas semanas te necesito cerca, que no haya momento ni oportunidad para echarte de menos. No hace falta recordarlo. Hace tiempo descubrí, que nunca te olvidas de mi, que aunque acabe en el último rincón del mundo, encontraré el Ancla que alguien se encargó de tatuar hace años en mi alma... Un ancla, símbolo universal de la ESPERANZA.


1 comentario:

  1. Bellas palabras para la Madre de Dios de la calle Pureza.

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