sábado, 30 de junio de 2012

El único espectáculo sigue siendo Ella


Cuando anteponemos la insignia dorada, el asiento en el cabildo de oficiales, las representaciones, las fotos, las exclusivas en televisión o el ser primera noticia en un portal cofradiero. Cuando caemos en el trapo, cuando no logramos salir de él y aireamos los conflictos como en corrales antiguos. Cuando anteponemos la popularidad, los abrazos o los besos de Judas. Cuando ponemos por delante mil y una cosa más que no daría tiempo a enumerar, nos perdemos.
Cuando olvidamos los años que nos amparan, a quiénes nos sucedieron, a los que levantaron lo que hoy tenemos. Cuando olvidamos a los marineros y de los pescadores. Cuando olvidamos a los niños que cada día terminan donde su Esperanza aún se hace más pura. Cuando nos olvidamos del Economato, del Comedor benéfico de las hijas de la Caridad, la decenas de cuestaciones o las campañas de Navidad. Cuando olvidamos la formación a la juventud, a su LIBERTAD de elección y al futuro. Cuando olvidamos para qué llegamos allí, quién nos llamó y qué nos une a Ellos. Cuando nos olvidamos de nuestros hermanos y comenzamos a tirar piedras contra nuestro propio tejado. Cuando en vez de apagar, avivamos un fuego que calienta a buena parte de la ciudad. Cuando nos perdemos entre maldades, sí, olvidarnos de todo esto es un acto de maldad, aquí ha llegado el momento de pararnos a pensar.
Cuando nos caemos y no precisamente al compás de Tres Caídas perfectas o cuando perdemos a la Esperanza que te llama, que te toca aún desde la lejanía, que te abraza, que te impulsa, que nunca te abandona, que te mira con los ojos más Puros que jamás nadie pudo contemplar, hemos perdido los papeles.
Ha llegado el momento de analizar. Nos encontramos envueltos en un periodo electoral que parece de cualquier institución o partido político en vez de una HERMANDAD y sí, es en mayúsculas por quienes trabajan día a día por los que más lo necesitas y por todos y cada uno de nosotros, sus hermanos, una pena, que en estas últimas semanas, aquellos que llevan a gala el amor por su Hermandad y sus titulares se hayan olvidado de ellos a favor de sus propios intereses… Aquellos, que el día 10 seguirán siendo mis hermanos y lo único que habrán ganado será seguir aquí, junto a Ellos y trabajando codo con codo con el que ayer insultaron. ¿Vergüenza? Algunos tacharon la palabra de su diccionario, junto al respeto y la educación. Cuando, verdaderamente, te une un amor enorme hacia tu Hermandad y sus titulares te callas y haces piña, así demostramos quiénes somos y no nos retratamos ante la multitud que ya nos va conociendo.

Una lástima no aprovechar ocasiones como estas para demostrar quiénes somos, callar a quien nos intenta hundir una y otra vez, aquel que se mofa y se rie cuando le seguimos dando pie a ello. En momentos como este, teníamos que gritar a la Ciudad de María, que aquí, el único espectáculo sigue siendo Ella, alumbrada por la cera que se consume cuando su testigo más preciado es la Luna llena o a la luz de un viernes que reluce como nunca otro lo hizo, en el Barrio más bonito de la Ciudad… 

viernes, 15 de junio de 2012

La vida es demasiado corta para no ser felices JUNTOS

Ríe hasta llorar del dolor de barriga, canta en la ducha aún desafinando, sé feliz y grítalo para que el mundo se entere. Cuenta un chiste malo y acaba riéndote de ti mismo. Olvida los problemas, respira hondo y sal a la calle vestido con tu mejor sonrisa. Haz ángeles en la nieve o rebózate en la arena de cualquier playa de arena fina perdida. Ve al trabajo andando y espera que pase a buscarte. Coge un avión y amanezcamos donde quieras. Hazme enfadar para terminar sacándome la mejor sonrisa. Véndame los ojos y llévame al paraíso. Sueña conmigo y termina los días junto a mi. Dame la mano, sonríe y que brillen tus ojos incluso más que los míos. No cumplas las normas. Apunta al volumen máximo de tu canción favorita y canta, incluso, más fuerte que su cantante. Sintámonos protagonistas de aquella película que tanto me gusta. Salgamos corriendo por la ciudad como dos niños pequeños. Sentémonos en una heladería, a los pies de La Giralda que cada noche nos vigila. Haz un pacto con la Luna para que brille más que nunca para nosotros. Bailemos bajo la lluvia y caminemos bajo la tormenta. Que te sobren las razones para levantarte cada día. Entrégate, enamórate de mi día a día. Salta, corre, vuela, disfruta, vive. Sueña un final feliz. Comamos juntos y paseemos a media tarde en Abril. Hablemos durante horas, contémonos secretos, compartamos Esperanzas e ilusiones. Cree en lo imposible, en los fantasmas, en los gnomos o en los cuentos de hadas. Cree en mi pero, sobre todo, mírate en el espejo y comienza a creer en lo que ves, en TI.  Bésame. Abrázame y ámame, que la vida es demasiado corta como para no ser felices juntos. 

lunes, 11 de junio de 2012

Esta noche...


Anochecer en Sevilla, un Domingo de Ramos. 

Esta noche me abrazaré a ti, como si no hubiese mañana… Te buscaré entre mis sábanas y quién sabe si acabaré encontrándote. Esta noche, te pensaré, hablaremos y sonreiremos. Me quedaré con tu sonrisa, y, de nuevo, me enamoraré de ella. Esta noche tendré ganas de ti. Esta noche hablaremos con las miradas, incluso con las manos. Esta noche iremos a contar las estrellas y la Luna será solo para nosotros. Esta noche, no habrá más luz que la de nuestros ojos.  Esta noche dime que me quieres, así tal cual. Esta noche no perderemos la Esperanza, ni siquiera la Ilusión. Esta noche nos contagiaremos de locura. Esta noche no sabremos quién es más maduro-¿O inmaduro?- Esta noche me sacarás alguna sonrisa y yo seré protagonista de, al menos, una de las tuyas.  Esta noche, comprenderemos que el amor no nos pertenece, que es mágico en cada momento, que no responde a razones. Perderemos los minutos al teléfono, el mundo pensará que estamos locos.  Esta noche te dedicará mi canción favorita.  Esta noche voy a  saborear tus besos, a sentir tus abrazos... Esta noche: Tú y yo a tu lado.  ¿Esta noche? Esta noche voy a soñarte, quieras tú o no, porque en mis sueños, todavía, sigo mandando yo… Y recuerda que “esta noche” es cada noche. Todas y cada una de las noches que pasaremos el resto de nuestras vidas.