... Y tus apellidos.

Pasear a las tantas por la ciudad que amamos... ¿O es la que nos ama? Sonreírle al mundo mientras la gente sigue pensando que estamos locos. Y sí, tienen razón. La locura es la única forma sensata de amar. De eso estoy totalmente segura. La soledad es invisible aunque seamos los únicos por los que avanzan las manillas del reloj. Tu olor, tus manos, el color de tus ojos. Tu sonrisa. Hay motivos para sonreír: tú. Sígueme, recuérdame. Soñar con lo que ocurre y descubrir que estoy despierta. Coleccionista de momentos a tu vera, de frases que quedan en el recuerdo más inminentes a mi sonrisa. Dame motivos. Sentirte tan cerca que el latir de tu corazón hace compás al mío. Unísono. Tu hombro, tus manos… El sonido de tu risa. Aquello que nos une. No me sueltes de la mano.  El silencio a gritos en una mirada. Te quiero. Frescura, inocencia, Esperanza. Ilusión. La felicidad sigue teniendo tu nombre… y tus apellidos.

 

 

Pd: Hoy el texto carece de foto. La única posible sería la nuestra...

La respuesta está en la Plaza de las Acacias

Se acabó el sinvivir. Sí, ya pueden dormir tranquilos aquellos que hace algunas semanas buscaban y se basaban en listas y borradores que jamás llegaban a confirmarse.

El Consejo General de Hermandades y Cofradías eligió las 14 imágenes que presidirán el Vía Crucis extraordinario del Año de la Fe y, como esperábamos, a nadie dejó indiferente. Nos encontramos inmersos en el mundo del 2.0, donde cualquiera en cualquier lugar y momento suelta joyitas, a cuáles más ‘valiosa’ en redes sociales que nos dejan, como mínimo,” con las patas colgando”.

Los que no salieron del bombo, como si de un sorteo de Champions se tratase, se echaron las manos a la cabeza y pusieron el grito en el cielo. Por el contrario, los “afortunados” acaban de entrar en un sueño del que despertarán, como muy temprano, el 18 de febrero cuando todo haya pasado.

Es patético, SÍ, déjenme utilizar este adjetivo aunque hablemos de cofradías, que aquellos que se han encontrado con lo que no esperaban se dediquen a mofarse de imágenes que representan a Cristo, el mismo al que le rezan y acompañan cualquier día de nuestra Semana Mayor. PATÉTICO, BOCHORNOSO Y ASQUERO. Dicen llamarse Cofrades… Permítanme que me ría.

Las quinielas se han acercado en lo evidente y se han alejado de la realidad en muchos casos. Sorpresas. Torreblanca, fuera de quinielas para muchos desde hace unas semanas, representará, por primera vez en la historia a las Hermandades de Vísperas en el Vía Crucis que organiza el Consejo General de Hermandades y Cofradías. No podía ser de otra forma. Hay quiénes aún no se enteran (o no quieren enterarse) que esta historia HA CAMBIADO y las hermandades de Barrio que ven (en su mayoría) el minarete hispalense en la lejanía de sus templos, pitan tanto o más que el resto. Vamos a asumirlo ya. Vamos a mostrar educación y respeto, porque quedan ustedes demasiado retratados…

AÑO DE LA FE, podríamos hacer un croquis, pero no hay más Fe que la que va a mover a esa anciana que el 17 de febrero llegará hasta el centro de la ciudad que visita en contadas ocasiones para ver al vecino más querido del barrio. No hay más fe que la que mueve Torreblanca, fuera de los lujos y riquezas que otros muchos manifiestan. No hay más fe que la de sus hermanos, pequeños y mayores. No hay más fe que en ese barrio, desde que entras hasta que sales. No hay más fe, señores, NO. No se puede hablar desde la ignorancia, es peligroso.  Es hora de aprender la lección. Sigan indagando dónde han quedado las que muchos esperaban. Sigan cambiando letras e interrogando dónde van ciertas hermandades en alguna estación… Sigan, que el 17 de febrero nos veremos delante de Ellos.

Pueden ustedes seguir preguntándose el porqué de todo esto. No soy quien para dar consejos y mucho menos lecciones,  pero la respuesta está el Sábado de Pasión en la Plaza de las Acacias.

Hasta la próxima...

Después de la tormenta siempre llega la calma. Hemos llorado, gritado, reido, sufrido, disfrutado... Hemos pasado uno de los días más bonito (sí, BONITO) que tiene esta ciudad.

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Sevilla se levantaba patas arriba con un color aún más espacial que de costumbre (¡Y mira que es complicado!) El rojo y el verde paseaban en diferentes aceras o cogidos de la mano. El ambiente era diferente, el olor... El olor como de costumbre. Pasó la noche y ahora todo acabó. Fin. Los colores vuelven a separarse después de pasar las horas unidos, eterna fusión. La Sevilla dual vuelve a dar la cara en la Palmera que por unos instantes quedó desierta. La ciudad duerme, descansa tras las horas agitadas, tras la ebullición que enamora. Hasta la próxima, nos vemos pronto. Recuerda que la rivalidad separa, pero el sentimiento, une. Esto, sigue siendo apto, tan solo, para los que amamos el fútbol.

Tu risa

Mientras el mundo se revoluciona y queda patas arriba, yo prefiero quedarme aquí. El impulso y la Esperanza. La debilidad y la fortaleza. Lo divino y lo humano. El motivo para sonreír cuando aparece y el motivo para llorar cuando no hay por dónde encontrarla. Tu boca. El blanco, el rojo… Verde tu vida entera. Mientras la ciudad se desborda, yo me pierdo en ella sin más objetivos que tú.  El motivo de la vida. Todos sabemos de alguien que tenga nuestra preferida, en mí eres tú. Siempre tú. Sigue siendo el mejor sonido aun cuando ríes en silencio. La razón para seguir. El propósito de salir cada mañana a buscarla y saber que tarde o temprano la encontrarás y te regalaré una como respuesta. Perderme en ella.  Encontrarme en ti. Iluminar la ciudad cuando el sol duerme y no despierta.Tira y afloja, otra vez más. Un lugar donde vivir el resto de mi vida. Yo… y tú a mi lado.

Nos hizo falta tiempo para vivir

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Nos faltaron mil excusas para no separarnos aquella noche, nos faltó algún que otro viaje acompañado de mil locuras secretas; un par de canciones dedicadas perdiendo la poca vergüenza que nos queda. Nos hizo falta un susurro. Te quiero. Echamos de menos algún café a media tarde, contando mil batallas de la mañana. Faltó tu impulso acompañando al mío, las ganas de venir a buscarme. Una llamada, tus palabras. Llegar a la Luna. Me faltó contarte las cosas que aún no te he contado. Sobraron siempre las ganas de ti. Se ausentaron las confesiones cuando sobraban los motivos. Me faltó tu abrazo, tu voz en el momento más esperado. Te faltó pedirme que no me fuera, que volviera y que me quedara allí, a tu lado. Sobraron razones, faltó el valor. Nos hizo falta organizar nuestro tiempo, el que pasamos juntos y el que pasamos lejos. Nos faltaron los besos, las caricias en las manos mientras caminábamos por la orilla del paraíso.  Faltó la soledad, sobró la compañía mucho más allá de la tuya. No faltaron las sonrisas que aún hoy aparecen iluminándonos. Andar por una playa, correr por las huellas que los pies marcan al compás del vaivén de las olas. Faltó cumplir los sueños.  Y ahora te vas, y casi no te puedo detener…  Y es que nos hizo falta tiempo para vivir.

Eternamente enamorada de tu sonrisa

El pulso de los más débiles echado abajo con tan solo una mirada que, a veces, castiga. Roces, lenguaje de signos, miradas eternas que aíslan del resto del mundo, testigos directos de la escena más bonita.   El silencio sigue oliendo a ti. Mis besos ya te echaban de menos.

Conversación eterna en tus ojos, dos corazones latiendo al mismo ritmo. Boca abierta, encandilada. Una nueva batalla perdida… ¿O tal vez ganada? El amor no entiende de edad, ni de motivos, tan solo de razones que hacen feliz a la persona. El amor no escucha más allá del tono que marca el corazón, el tic tac eterno al ritmo de tu latido.

Una mirada, no hace falta nada más. La risa desencadenada por el constante tira y afloja. La que me escondes, la que aparece. La que siempre estuvo ahí de una manera u otra. Enamorada de ti, del color de tus ojos, de tu forma de mirar, de tu voz. Déjame que te cuente, una vez más, que seguiré eternamente enamorada de tu sonrisa.